lunes, 23 de noviembre de 2015

"Esperando a Godot"

Es una obra escrita por Samuel Beckett, a veces es subtitulada “Tragicomedia en dos actos”, pertenece al teatro absurdo y fue escrita a finales de los años 40 siendo publicada en 1952. Esta obra está escrita originalmente en francés.

Se divide en dos actos, en ambos se visualizan a dos vagabundos, Didi y Gogo, que a diario esperan a una persona con el nombre “Godot”. En los dos actos aparecen Pozzo, un señor muy cruel, con su esclavo Lucky, para que después llegue un niño con un mensaje para Didi y Gogo avisando que Godot no llegara hasta el día siguiente.

La historia comienza cuando llegan dos personas, Didi y Gogo, a esperar a un señor Godot a lado de un árbol sin hojas; ambos parecen ser vagabundos por las ropa andrajosa que usan, también muchos espectadores dicen que son refugiados.

Todos los días que los amigos se ven, Gogo se queja de lo mal que le quedan sus botas y Didi no puede reír gracias a un problema que tiene en la vejiga.  Platican sobre lo importante que es ver a Godot sin realmente decir quien es y porque es importante; hablan de sus vidas, la naturaleza y resaltan la idea de recordar llevar una cuerda al día siguiente para poder colgarse del árbol. Se interrumpe su conversación por la llegada de un hombre cruel llamado Pozzo junto con su sirviente Lucky, a quien tiene controlado con una soga atada al cuello. El hombre Pozzo decide quedarse a platicar con los vagabundos mientras come pollo y toma vino para terminar dejándoles las sobras a Didi y Gogo que estaban hambrientos.

Pozzo les habla sobre su sirviente Lucky, platica que se quiere deshacer de el, le pide que baile un momento para entretener a los vagabundos y después le ordena que piense; Lucky termina dando un sermón sobre George Berkeley y sus teorías. Cuando el amo y su sirviente se van, aparece un niño con un mensaje del señor Godot; les dice que no podrá aparecer ese día, pero llegará al día siguiente. El niño les confiesa que el y su hermano, quien es golpeado por Godot, duermen en un granero. Didi y Gogo deciden esperar un día más al misterioso señor Godot y el primer acto terminan en que deciden ir a buscar un lugar donde pasar la noche.

El segundo acto empieza con Didi y Gogo reuniéndose en el mismo lugar a un lado del árbol, sólo que esta vez tiene una rama con hojas. Gogo comienza a quejarse de sus botas y decide quitárselas. Didi se encuentra un poco más desanimado y le comenta a Gogo que deberían ahorcarse, pero les sigue faltando la cuerda. Comienzan a conversar sobre los mismos temas de siempre y los vuelve a interrumpir Pozzo, sólo que esta vez está inexplicablemente ciego y Lucky está mudo. Cuándo los personajes secundarios parten, regresa el niño con noticias del señor Godot, pero Didi ya sabe que le dirá: “El señor Godot no vendrá hoy, pero vendrá mañana”. La obra termina con los dos vagabundos, aceptando la idea de regresar mañana, con una cuerda por si no llega el señor Godot.

Esta obra de Samuel Beckett es buena, fomenta la reflexión. Cuando salí del teatro escuche comentarios completamente diferentes de varias personas. Muchos opinaron que la obra te hacía ver como es inútil perder tiempo valioso mientras vives tu vida esperando algo que en el fondo sabes que no llegará. Sinceramente, yo creo que Samuel Beckett nos quiso dar a entender que siempre hay esperanza, no todo en esta vida es trágico y aún en el peor de los casos siempre habrá un poco de fe.
Actualmente vivimos en una sociedad muy pesimista, y la mayoría de las cosas que vemos, escuchamos o decimos lo hacemos de una manera muy poco positiva y demasiado trágica. “Esperando a Godot” es un muy buen ejemplo de cómo siempre es importante tener aunque sea la más mínima porción de esperanza; si Didi y Gogo hubieran perdido la fe en ver al señor Godot, lo más seguro es que se hubieran suicidado en el árbol y no lo hubieran pensado cada que llegaba el niño a cancelarles.

 Es algo tediosa la obra y el intermedio de siete minutos no ayudo mucho al ambiente. Por lo mismo que te hace pensar, ocasiona sensación de pesar y se convierte en sueño; pero si se presta buena atención a la historia es posible comprender de que se trata y sacar conclusiones propias sobre quienes son Didi y Gogo, cuando se quedó ciego Pozzo y Lucky se quedó mudo, quien realmente es Godot, para que lo esperan y porqué nunca llega.

Esta obra de Samuel Beckett ha sido representada en varia ocasiones en México. Actualmente se ha estado presentado en Teatro Orientación, detrás del Centro Cultural de Bosque y Auditorio, del cinco al veintinueve de noviembre de este año. Sus horarios son de jueves de 19:00-21:30, viernes y sábado de 20:30-22:30 y los domingos de 18:00-20:30. Está dirigida por José Caballero y como reparto están José Antonio Becerril, Alejandro Toledo, Patricia Yáñez y Luis Arturo García.


Sólo queda esta semana de presentaciones y vale la pena verla. Cómo ya había mencionado te hace reflexionar no sólo contigo mismo sino con los demás. Cada persona tiene puntos de vista de diferentes y percepciones distintas de la vida. Está interesante ver la obra para después comentarla y poder discutir las diferentes opiniones y pensamientos que los demás tienen. También ayuda a pensar sobre lo que esperamos de nuestra vida, si tenemos sueños truncados o en proceso, ¿si valdría la pena luchar por ellos o lo mejor sería abandonarlos por algo más seguro? Se está perdiendo la costumbre de ir al teatro; actualmente las obras que se ven son comerciales y de temas muy tocados o que no dejan un aprendizaje después de presenciar la obra. “Esperando a Godot” puede ser considerado un clásico que todo mundo debe ver.